DE ASUNTOS PÚBLICOS ARGENTINA

La incertidumbre, las empresas y el fondo

Desde hace unos días, en la Argentina, se muestra una multiplicidad de mensajes tal, que tener un panorama claro de lo que sucede política y económicamente puede ser una tarea de difícil abordaje.  La vuelta del FMI, las distintas condiciones y exigencias que el préstamo podría tener, la reducción de metas de déficit y simultáneamente un mensaje optimista.

Desde un punto de vista netamente empresarial, grandes empresas han celebrado la decisión del Presidente Macri y de su equipo económico de optar por un crédito “Stand By” del FMI. Una parte importante de este sector se mostró a favor del factor “Control y Auditoria” que este organismo podría tener para un ordenamiento de las finanzas públicas. Sin embargo, desde la esfera social, el rechazo a esta medida parece ser unánime.

Sin embargo hay un dato importante, que atenta contra uno de los capitales políticos que el gobierno pretende desarrollar, que es justamente la falta de certidumbre y el rumbo oscilante de los factores regulatorios para las distintas industrias.

Concretamente, según una consultora con buena llegada a la administración Macri, las empresas conocen que cada 4 años, aproximadamente un 40% de la regulación bajo la cual se manejan, puede sufrir cambios.

Si bien, como hemos analizado en numerosas ocasiones, aún no existe una oposición estructurada que logre disputar poder al Gobierno, la falta de conformidad de una gran parte de la opinión pública puede resultar un factor crucial para que esta empiece a formarse, dado el vacío actual.

Específicamente hablando, en caso de aprobarse el crédito del FMI (para el cual aún no se conocen las condiciones que la Argentina tendrá que cumplir, e incluso si Mauricio Macri resultase victorioso en la contienda presidencial de 2019, la “papa caliente” del gradualismo sostenido por deuda seguiría presente.

En esencia, el factor que sigue presente en la realidad nacional es el fenómeno del cortoplacismo, de elección en elección, que parece ganarle a los planes de ordenamiento a largo plazo,que a su vez necesita un acuerdo entre el Gobierno y la oposición disgregada. Una utopía aun.