DE ASUNTOS PÚBLICOS ARGENTINA

Continuar por el camino del cambio

El 2017 terminó con gusto agridulce, los éxitos económicos y políticos a lo largo del año se vieron afectados por las protestas en contra de la reforma previsional y el cambio de las metas de inflación. Macri tendrá como desafío este 2018 encontrar un mejor “timing” político y mejorar las estrategias comunicacionales ante la  toma de medidas necesarias pero tildadas de antipopulares.

El balance, en general, fue positivo para el gobierno: se desaceleró la inflación -este año fue de 25% mientras que en el 2016 había sido de 40%-, se logró un acuerdo con los gobernadores en términos fiscales, triunfó en las elecciones de medio término, se celebró la cumbre de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y se aprobaron las primeras reformas estructurales: reforma tributaria y previsional.

Estos acontecimientos le dieron a Argentina un marco de previsibilidad gracias al “ordenamiento de las cuentas públicas” y permitieron garantizar la gobernabilidad y la apertura internacional.

Sin embargo, el éxito del año se vio empañado por los sucesos transcurridos en el mes de diciembre. Envalentonado con el triunfo electoral, Mauricio Macri impulsó la primera de la serie de reformas, la previsional. Si bien en el Senado el proyecto de jubilaciones tuvo un tratamiento rápido y efectivo, en la Cámara de Diputados no tuvo la misma suerte. El día de su tratamiento en sesión, hubo una marcha multisectorial, cacerolazos y disturbios en el recinto. El plan del Presidente se tuvo que aplazar. Una semana después, finalmente, la reforma previsional se aprobó con muchas críticas tanto de la oposición como de los mismos votantes de Cambiemos.

También en diciembre, la Reunión Ministerial de la OMC tuvo un sabor agridulce. Si bien significó un paso enorme haber organizado tamaña reunión como antesala del G20 y sus grupos de afinidad este año, la no firma del acuerdo de libre comercio entre Mercosur y la Unión Europea significó un traspié en materia de comercio internacional. Sobre todo porque la supuesta firma fue preanunciada con bombos y platillos como algo casi hecho, luego de negociaciones intensas durante todo el 2017. Además por momentos, parecía desde el punto de vista comunicacional, que dicha reunión se justificaba sólo este acuerdo.

Macri pudo sortear estos imprevistos y el año terminó sin más sobresaltos. El 2018 comenzó con tres noticias: la cesantía de 1.200 puestos en la administración pública, la suba en las tarifas en el transporte público y combustibles y la ampliación de toma de toma de deuda internacional. Tres decisiones que superficialmente son antipaticas pero a largo plazo apuntan a sanear el gasto público y a blanquear el valor real de los servicios.

Estas medidas no asombran, en enero los gobiernos en Argentina tienden anunciar este tipo de decisiones que pueden tener impacto en la opinión pública. Esto se debe a que en este mes la mayoría de la población se encuentra de vacaciones, inclusive los políticos opositores.

En los próximos meses, el anhelo del gobierno es poder cumplir con la meta de inflación del 15%, sancionar la reforma laboral y electoral – para implementar en el 2019 la Boleta Única Electrónica-, poder ser un buen anfitrión del G20 y empezar el crecimiento productivo del país todavía estancado.Y porqué no pensar en la renovación de mandato de Macri.

Pero para esto es necesario que antes se creen más empresas y puestos de trabajo en el sector privado y que el impulso económico no sólo esté dado desde la obra pública. Además, es importante que se firme el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea para entrar con el pie derecho al liderazgo de este año del G20 y potenciar el camino hacia la OCDE. Por último, es imprescindible encontrar consensos con la oposición para sancionar las reformas. Como siempre mencionamos, el gobierno de Cambiemos necesita tener una oposición a la altura de las circunstancias.

La gestión de Mauricio Macri cuando termine el año se va a medir según, como enumeramos, el crecimiento productivo de Argentina, el cumplimiento de la meta de inflación, la gobernabilidad y la apertura al mundo. Si se cumplen estas variables se generarán las condiciones propicias para la llegada de inversiones extranjeras y un mejor posicionamiento del país en los mercados internacionales. En definitiva, todo esto ayudará a bajar la pobreza, principal índice por el cual el propio Presidente Macri pretenden que lo evalúen como gestor de la cosa pública.