DE ASUNTOS PÚBLICOS ARGENTINA

Hacia dónde va la política exterior de Alberto Fernández

Falta exactamente un mes para las elecciones generales de octubre y, si bien todavía resta validar los resultados de las primarias del 11 de agosto, la contundencia de las misma invita a imaginar cómo será un próximo gobierno de Alberto Fernández y su nueva coalición, el Frente de Todos. En este sentido en las últimas semanas han circulado nombres para futuro gabinete del presidente aunque ya la cantidad de ministros a superado con creces los ministerios para repartir.

Para el área de política exterior uno de los hombres fuertes del futuro gobierno sería Jorge Argüello, posiblemente como Canciller o Secretario de Asuntos Estratégicos de la presidencia. En efecto, habiendo sido embajador ante las Naciones Unidas, los Estados Unidos y Portugal, durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, Argüello tiene también una extensa experiencia en el abordaje legislativo de las relaciones internacionales y particularmente en la cuestión Malvinas.

Jorge Argüello, actual Secretario de Representación Oficial para la Cuestión Malvinas de la Provincia de Tierra del Fuego.

Pero más allá de su extenso curriculum, Argüello tiene un activo singular: conoce a Alberto Fernández desde los años ’80. Por esos años, durante el final de la dictatura, ambos estudiaban derecho en la Universidad de Buenos Aires y la militancia universitaria los encontró en el llamado Frente del Pueblo (FREPU). Este vínculo se preservaría con el tiempo y, a fines de los ’90 ambos se dedicarían a la política porteña. De hecho, en las elecciones del 2000 ambos fueron electos legisladores por la alianza Encuentro por la Ciudad, que llevaba a Domingo Cavallo y Gustavo Beliz como candidatos a jefe y vicejefe de gobierno. Luego volverían a cruzarse en los años del kirchnerismo.

Ahora bien, ¿cómo ve Argüello las relaciones internacionales desde Argentina?. En un encuentro realizado el miércoles por la tarde en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, el candidato a Canciller trazó su diagnóstico del estado de cosas en la agenda internacional.

A lo largo de su exposición, se percibía que la política exterior de Néstor Kirchner, constituía un modelo a seguir para una eventual administración de Alberto Fernández. De acuerdo a las definiciones Argüello, Argentina debe volver a apostar por la integración regional, haciendo énfasis en la necesidad de reiniciar la UNASUR y avanzar en la institucionalización de las organizaciones existentes para que estas no dependan de los liderazgos presidencialistas del momento en América Latina.

Asimismo comentó la necesidad de cambiar el abordaje de la Argentina frente a la situación de Venezuela. Según Jorge Argüello el Grupo de Lima poco puede hacer para resolver el conflicto, ya que desde febrero de 2019 incorporó al gobierno interino de Juan Guaidó, que es la parte enfrentada con el gobierno chavista de Nicolás Maduro. Por ello, Argüello sostuvo que la Argentina debía virar a una posición más intermedia y neutral, como la asumida por el México de López Obrador y el Uruguay de Tabaré Vázquez.

Tal vez una de las temáticas a las que más se abocó Jorge Argüello haya sido la cuestión Malvinas. En su visión, poco se ha avanzado durante la gestión de Mauricio Macri en la disputa de soberanía sobre las Islas del Atlántico Sur. Aquí fue contundente en su crítica al Acuerdo Foradori – Duncan, firmado por los vicecancilleres de Argentina y el Reino Unido en 2016. Dicho acuerdo permitió establecer conexiones aéreas adicionales entre las Islas Malvinas y terceros países, así como remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo de las islas, restaurando acuerdos en materia de pesca y explotación petrolera. De la exposición de Argüello se desprendía que, en un gobierno de Alberto Fernández, la Argentina adoptará un posición mucho más confrontativa con el Reino Unido, semejante a la adoptada por Néstor y Cristina Kirchner.

A lo largo de su exposición, se percibía que la política exterior de Néstor Kirchner, constituía un modelo a seguir para una eventual administración de Alberto Fernández.

En términos comerciales, resaltó que es preciso evitar una primarización de las exportaciones argentinas, por lo que la política de comercio exterior debería abogar, no solo por abrir mercados de commodities, sino buscar colocar más productos manufacturados en el exterior. Esto va en línea con algunos esbozos que ha hecho el propio Alberto Fernández sobre su futura política económica, donde buscaría la reactivación del sector industrial.

Se refirió también a la reciente firma del Acuerdo Estratégico entre el Mercosur y la Unión Europea. Al respecto Argüello aclaró que Argentina necesita un «buen acuerdo», es decir uno que preserve sus intereses nacionales. En este sentido, fue crítico de la decisión de la administración Macri de mantener los términos del mismo fuera del conocimiento de la oposición y los sectores productivos.

Por último, en el contexto de la crisis del multilateralismo y de instituciones como las Naciones Unidas y la Organización Mundial de Comercio, Jorge Argüello resaltó la necesidad de que la Argentina tenga una mayor coordinación con sus socios de América Latina y otros países en desarrollo, a fin de estar mejor posicionados frente a los países desarrollados.