DE ASUNTOS PÚBLICOS ARGENTINA

Día clave en la renegociación de la deuda

La renegociación de la deuda bajo jurisdicción extranjera en manos de tenedores privados ocupó un lugar destacado en la semana que hoy termina. Mientras las preocupaciones del día a día se centraban en discutir la conveniencia o no de prolongar la cuarentena, así como su costo económico, en el mundo financiero se siguieron al minuto las negociaciones de la Argentina con sus acreedores.

El comienzo no fue del todo auspicioso, especialmente luego de que el sábado 2 de mayo el semanario británico The Economist haya puesto a la Argentina entre los países con mayor riesgo crediticio del mundo. Una categoría compartida con Venezuela, El Líbano, Zambia, Angola, Mongolia y Omán.

Al lunes siguiente, y a pesar de las manifestaciones de apoyo de provincias, cámaras y sindicalistas difundidas por el gobierno nacional, tres conglomerados de acreedores rechazaron la oferta diseñada por el Ministro de Economía, Martín Guzmán.Faltaban apenas 4 días para que venza el plazo de aceptación de la propuesta.

El fantasma del dafault arreciaba, cuando el martes el gobierno argentino incumplió un vencimiento de US$ 2.100 millones con el Club de París. Se trataba de la última cuota del plan de pagos acordado en 2014 por el entonces Ministro de Economía, Axel Kicillof. De acuerdo a lo informado, el Club ya estaba avisado de este incumplimiento, pero el mismo no alteraría las relaciones con la Argentina, dado que el propio acuerdo permite que haya un impago por 365 días y que se renegocie durante ese plazo. Quizá de esto haya conversado Alberto Fernández en sus recientes diálogos telefónicos con Emmanuel Macron, Angela Merkel y Giussepe Conte.

Sin embargo, el gobierno argentino se mostró abierto a negociar una mejorar de la oferta al autorizar el banco de inversiones Lazard, para ejercer como asesor en la operación de deuda externa, contactándose con los acreedores y recibiendo la propuestas para mejorar el plan presentado por el país.

El fantasma del dafault arreciaba, cuando el martes el gobierno argentino incumplió un vencimiento de US$ 2.100 millones con el Club de París.

Vale comentar también que los vínculos académicos del Ministro Guzmán le permitieron disertar sobre su plan de reestructuración, junto con Jeffrey Sachs, en una videoconferencia organizada por la Universidad de Columbia. El mismo miércoles, economistas referentes a nivel mundial, como Joseph Stiglitz, Thomas Piketty y el propio Sachs, firmaron una publicación en apoyo a la Argentina.

En nuestro país, la reacción a este último gesto por parte de algunos comentaristas de la política local, cuya lectura o conocimiento de los trabajos de estos académicos es cuestionable, fue mediocre y embarrada en la grieta partidaria, presentando esta carta como un pacto entre economistas del mundo desarrollado apoyando a uno de sus aprendices de brujo, que aplica sus teorías de intervencionismo estatal en un país en desarrollo.

Hoy es el último día que tienen los bonistas si aceptan o no la propuesta Argentina. Muchos analistas consideran que el Presidente Fernández prorrogará el plazo hasta el 22 de mayo, como un gesto para facilitar la continuidad de las negociaciones. Ayer en una videoconferencia con la prensa, el Director de Comunicaciones de Fondo Monetario Internacional dijo tener esperanzas de que las partes lleguen a un acuerdo de deuda que sea sostenible y que, una vez que eso suceda, el Fondo está listo para ayudar a la Argentina.

Queda por ver ahora qué nivel de acuerdo habrá para las propuesta argentina. La agenda del gobierno es clara: la prioridad actual es la deuda en manos de bonistas privada, luego vendrá un acuerdo con el FMI y la regularización de la situación con el Club de París.